viernes, 16 de noviembre de 2007

Aurora

Como buena mujer no había podido dejar de notar que por mas que lo hacia de forma muy discreta, Arturo la deseaba.
Su amistad tenía ya varios años y siempre había sido muy respetuoso.
Era un hombre atractivo, algo retraído pero divertido cuando se encontraba entre gente de confianza.
Aurora le gustaba el provocarlo cada vez que tenia oportunidad de hacerlo, segura que la amistad que le dispensaba no le permitía a Arturo ni siquiera insinuarle algo.
Como cada vez que se acercaba su periodo, la libido de Aurora estaba elevada esa mañana. El haberse masturbado cuando despertó haciendo uso de su almohada entre sus piernas no había sido suficiente para calmar ese fuego que le abrazaba entre sus piernas.
Se encontraba sin poderse concentrar en su oficina de aquel gran corporativo en que laboraban ambos amigos, con ensoñaciones que le hacían llevar sus manos hasta la guarida resguardada por sus muslos. El leve roce de su mano y el toqueteo llevado a cabo por sus dedos hizo que pronto que en su pequeña tanga apareciera una raya que delataba la humedad que aparecía ya mojando el borde de sus labios. Sus pezones se apretaban sobre el sujetador, Una oleada de placer que saliendo de sus pechos, pasaba por su vientre, terminando en el interior de su vagina la invadía. Cerró por un momento los ojos y subiendo su falda hizo a un lado la pequeña tanga, para dejar que sus dedos se introdujeran en su caliente gruta. De pronto dos toques en la puerta y el abrirse tras ellos la misma, la dejo en una posición muy embarazosa delante de los ojos de Arturo que mas ruborizado que ella soltó un perdón saliendo en fuga de su oficina.
Aurora se repuso de inmediato y tomando la extensión marco el número del privado de Arturo. Este contesto y Aurora simplemente le dijo:
¿Por favor puedes venir a mi oficina?
Arturo no pudo mas que balbucear un si tartamudeado.
Toc, Toc se oyó en la puerta seguido de un adelante.
Aurora estaba de pie, de espaldas a la puerta. Y la espalda rematada en sus esplendidas caderas fue lo primero que vio Arturo al entrar.
Tenemos que hablar, por favor cierra con seguro la puerta. Exclamo Aurora sin darse la vuelta.
Arturo tratando de balbucear algo paso el seguro a la chapa de la puerta.
Cuando se oyó el clásico click del seguro Aurora volteo y acercandose a Arturo abrazandolo le brindo sus labios semiabiertos para que los besara.
El pobre hombre no sabia que hacer, si besarla, si salir corriendo en estampida, o decir algo. Trato de retirar su cabeza y decir algo, pero la boca de Aurora se apodero de la suya y sintió como la lengua húmeda de la mujer violaba arteramente sus labios para introducirse en la suya en un beso largo y húmedo que lo hizo responder al mismo más por instinto que concientemente.
Por fin al lograr separarse y tratar de articular palabra, recibió el dedo índice de Aurora sobre sus labios que en una clásica señal de silencio le impidió decir nada.
Aurora empezó a hablar.
Mi querido Arturo, lamento que me hayas encontrado en situación tan bochornosa, pero en ocasiones el instinto es más fuerte que la prudencia. Para serte sincera en esos momentos eran tus manos las que me tocaban en mis pensamientos. No he podido dejar de notar…
Pero…. Es que.. No…
Calla déjame terminar. No he podido dejar de notar desde hace mucho tiempo que te gusto, No puedes disimular como te gustan mis senos cada vez que me pongo alguna blusa escotada, o mis piernas cuando me ves en minifalda.
Aur…
Shhh calla. No puedo mentirte te quiero mucho como amigo y valoro mucho el respeto que me tienes y me haz guardado siempre. Pero tambén debo decirte que en estos momentos te deseo mucho. Te deseo como hembra al macho, necesito que me tomes, que me hagas tuya,
Los ojos de Arturo parecía que iba a salirse de sus orbitas.
Aurora empezó a acercarse nuevamente y tomando una de las manos de Arturo la llevo hasta sus senos, frotándola contra ellos, tomo la otra y la llevo a sus caderas deslizándola sobre sus glúteos. Soltó esta mano para llevarla a la entrepierna de Arturo y darse cuenta que estaba excitado, que su miembro estaba firme, duro como roca.
Volvió a besarlo mientras acariciaba descaradamente sobre el pantalón el falo erecto de su amigo.
Dejo lo que hacia para desabrochar la hebilla del cinto de Arturo y seguir con el botón de su pantalón. Sin decir nada se hinco delante de Arturo, y bajo los pantalones de este junto con los bóxer dejándolo con aquella asta triunfante al aire. Empezó a manipular aquel sexo y se lo llevo a la boca, empezó a lamer todo el tronco, para seguir con lengüeteadas en el glande y el prepucio, coloco de forma hábil los testículos dentro de su boca y los toco con la punta de su lengua. Arturo empezó a sentir que las piernas le flaqueaban y le dijo espera.
Sin responder nada Aurora le ayudo a llegar al sillón donde se sentó en el descansa brazos.
Aurora volvió a empezar su trabajo con la boca mientras sus manos la iban despojando de sus ropas hasta quedar desnuda frente aquel hombre. Su boca se comía por entero el miembro de Arturo, y cuando su cara llegaba al pubis de aquel hombre hábilmente la punta de su lengua acariciaba la parte superior de sus testículos. Dejo de pronto su labor y poniéndose de pie ofreció sus ricos pechos a la boca de Arturo. Mientras este sentía como la dureza de los pezones de aurora crecía al contacto de su lengua esta abriendo sus piernas literalmente se clavo en aquél falo turgente y empezó a cabalgarlo.
Empezó con un ritmo semilento, moviendo en círculos sus caderas, entrando y saliendo y aumentando el ritmo, empezó a mover sus caderas hacia delante y hacia atrás cada que paraba su movimiento de cabalgata. Los gemidos de Arturo se mezclaban con los de Aurora y sus demandas de MAS, MAS, MAS y el ruido que hacia los jugos que invadían su intimidad provocando ruidos cada que los muslos de ambos chocaban entre si.
Por fin llego lo inevitable, un chorro de leche caliente pegaba contra las paredes de su interior. Esa sensación la hizo llegar a la cúspide a Ella también alcanzando un orgasmo mutuo casi al mismo tiempo. Sus músculos apretaban aquel miembro, ahorcándolo, exprimiéndolo, aprisionándolo como queriendo mantenerlo ahí para siempre.
Se dejo caer en los brazos de Arturo que besaba su pelo y su cuello.
Aurora ya repuesta mientras se colocaba la tanga, le dijo:
Arturo fue muy satisfactorio para mi el que me folllaras, sin embargo como te dije no te amo. Debo pedirte que seas discreto como el caballero que eres. El que se pueda repetir esto depende de ti.
Aurora por favor…
Calla. Te decía que dependerá de ti. Necesito tener la seguridad de que puedo confiar en ti.
Aurora…
Calla. ¿Quieres que esto pueda repetirse?
Bueno… Auro…
¿SI O NO? Responde
S…i…
Bien entonces debes prometerme que desde este momento no dirás a nadie nada de nuestra relación sin que yo te lo autorice.
Si por supuesto te lo juro
No jures
Perd..on
También debes prometer que no tendrás trato íntimo con ninguna otra mujer, puedes amarlas, acariciarlas pero no follar con ellas mientras lo hagas conmigo.
Si no hay problema
Y por ultimo que cada vez que yo te indique algo lo harás, que me obedecerás en lo que yo te mande.

Auro..
¿SI o NO?
Si.
Bien vistete y arreglate la ropa. Tenemos que trabajar.

lilaNegra{AMANDA}
Nov/2007






lunes, 12 de noviembre de 2007

Daniella

Este primer relato, quiero dedicarlo con todo respeto y cariño al Sr Roberto.

DANIELLA
Aquella tarde había recibido la llamada de su amo. Debía vestirse de inmediato, con el top de punto de color blanco, sin sujetador, la minifalda roja, medias de costura negras, con un liguero rojo y la tanga de hilo dental como los tacos debían ser rojos igualmente. Debía poner rimel y delineador de color negro en sus ojos, sombra de color carmesí en los parpados, su labios de igual forma. El peinado debí ser simple. El pelo peinado hacia los lados cayendo naturalmente a un lado de su cara. Por accesorios debía llevar el collar con el dije de plata grabado con su nombre de perra. En su bolso solo debía llevar el collar de argollas.
Cuando se vestía y preparaba se empezó a excitar pensando en que planeaba su amo para ella. Al terminar y verse en el espejo de cuerpo entero, no pudo dejar de sonreír y pensar que ese veía como una prostituta de mediana clase, Sus piernas y muslos se resaltaban con la vista del comienzo de sus glúteos que dejaba ver la falda. Sus pechos se dibujaban perfectamente bajo aquel TOP, dejando ver la rosa de sus pezones a través de la blancura de la tela.
Espero sentada y no tardo en llegar el nuevo mensaje, Debía caminar dos cuadras y en la esquina de las calles de Hamburgo y Viena, frente a la cafetería del “Buen Gusto” debía esperar.
El caminar aquellas dos calles que la separaban del lugar fue ya causa de que su pensamiento empezara a trabajar. ¿Que pasaría si sus vecinos la reconocían? Lo bueno es que empezaba a oscurecer y ante el frió del ocaso de la tarde que erectaba sus pezones había pocos traunsentes en la calle.
Llego al lugar indicado y espero pensando en que si algún policía la veía, de seguro le llamaria la atención al confundirla con alguna callejera. Paso un tipo que le dijo una sarta de leperadas las que hizo como que no oía.
De pronto frente a Ella se detuvo un coche de alquiler y desde donde sin bajarse el chofer le indico:
Sube El Sr, Roberto me mando a recogerte.
Sin dudar al oír el nombre de su dueño, abrió la puerta trasera y subió al auto. Después de un trayecto por varias calles que duro unos diez minutos, aquel taxi se detuvo y el chofer le dijo:
Debemos esperar al Sr Roberto. Espero que no tarde.
Ella no había dicho una palabra desde el momento en que subió al auto. El chofer aquel no podía dejar de mirar aquella hembra que le mostraba tan descaradamente sus encantos. Trato de sacar conversación sin resultado alguno. Al ver el hermetismo de la mujer acabo dándose la vuelta para mirarla solamente de vez en vez por el espejo retrovisor. Saco u cigarrillo y lo encendió sin invitar a la mujer. El olor del tabaco encendido llego hasta la nariz de Daniella, abrió su bolso y se encontró que no había nada en el aparte del collar aquel. Decidió aguantarse las ganas y no pedirle un cigarrillo a aquel hombre.
Por fin después de 15 minutos apareció Roberto y subiendo a su lado le dijo al chofer vamos, anda ya sabes a donde. El carro enfilo por las calles dirigiéndose a la salida de la ciudad. Roberto empezó una conversación con el chofer.
Y bien ¿que te parece? ¿No te dije que es una linda mujer?
Si señor lo es.
Perdón supongo ya tuvieron oportunidad de conocerse pero si no, esta es Daniella y el Sr. Según me parece me dijo se llama Juan.
Daniella de inmediato respondió:
No, no había tenido el gusto pero es un placer Sr. Juan.
El gusto es mío señorita
JAJAJA ¿señorita, Juan? JAJAJA exclamo Roberto
Te dije que era una puta, mi puta, jajaja Anda Daniella dile a Juan que eres.
Daniella trago saliva y respondió una puta Sr Roberto, su puta.
Anda dilo mas fuerte que Juan no escucho.
UNA PUTA Sr. Roberto, SU PUTA
Así esta mejor, Mira Juan nada mas no pierdas de vista el camino ve ¿No son unos pechos ricos los de esta hembra? Y diciendo y bajando el top de Daniella dejo sus pechos al aire. Daniella se acomodo el top nuevamente ante el comentario del chofer
Si Sr. Son bellos.
Anda no te distraigas, tu estas al volante.
Roberto se acerco al oído de Daniella y le murmuro:

Estas rica, ¿viste la cara del tipo?
Si amo murmuro a su vez Daniella
Entonces sintió como la mano de Roberto se metía entre sus piernas y jalaba la tanga metiéndola entre sus labios.
Estas mojada putita…le susurro nuevamente.
Daniella no podía evitar esa mezcla de sensaciones que la invadían. Una gran vergüenza y humillación al mismo tiempo que una gran deseo que se reflejaba en su entrepierna, La excitaba enormemente el que Roberto la obligara a desprenderse de todo aquello que le estorbaba para entregarse totalmente como hembra en celo.
El auto llego a una calzada bordeada por pinos y abetos. El camino seguía por cerca de un kilómetro adentrándose en aquel pequeño bosque. De pronto al dar la vuelta el camino apareció una cabaña esplendida. Completamente fabricada en madera tenia al frente un porche rustico. De la chimenea salía humo, lo que indicaba que un fuego ardía en la chimenea.
El auto se detuvo y Roberto sacando un fajo de billetes se los entrego al taxista dándole instrucciones que regresara el Domingo por la tarde después de las cinco.

Se adelanto a Daniella y abriéndola puerta de la cabaña con un ademán la invito a entrar.
No había dado dos pasos dentro cuando los brazos de Roberto la atraparon en un abrazo que le cortó la respiración, aquella boca empezó a besarla en el cuello y en la boca mientras era empujada contra la pared. Sintió como aquel miembro se hinchaba dentro del pantalón y se restregaba en su pubis excitándola aun más de lo que estaba. Por fin Roberto se desprendió de ella y dando dos pasos atrás le dijo. Me gustas como te ves vestida como Puta. Te informo que el fin de semana tendrás como tarea ser una puta.

Así que divirtámonos. Baila para mí, como lo que eres.

Daniella, empezó a mover su cuerpo.
Pareces una caricatura mas que excitarme me das lastima, mueve ese trasero, acaríciate lascivamente, Dije que eres una puta no una niña de sociedad.
Daniella se movió de forma más erótica, le costaba trabajo el concentrarse en el baile, así sin música.
De pronto se oyó un ruido en la otra habitación. Daniella de inmediato se puso tensa y abandono los movimientos que hacia, volteando a ver con ojos sorprendidos a su Amo Roberto

¿Por qué te detienes? Sigue.
Es que…
Si lo que te preocupa es el ruido que oíste es Gabriel, un buen amigo. Pero sigue anda.
Daniella se puso Roja. Una cosa era que la exhibiera ante un desconocido como el taxista y otra que lo hiciera ante Gabriel, el amigo mutuo de ambos de toda la vida.
¿Que te pasa? Sigue…
Es que …
Es que nada, eres una puta y quiero que te comportes como tal así que baila, vamos excítame.
Daniella volvió a tratar de mover el cuerpo cadenciosamente, pero no podía.
Roberto se levanto y tomándola de un brazo le dijo. Obedece no quiero repetirlo, baila.
Daniella empezó el baile forzado.
Gabriel, Tomás vengan a ver lo que tengo aquí para divertirnos.
¡¡¡Tomas!!! También se encontraba ahí Tomás otro de los amigos mutuos.
Aparecieron por la puerta los dos amigos y saludaron. Daniella sintió que la cara se le caía de vergüenza.
La orden llego nuevamente Baila puta.
Daniella bailo, cerro los ojos y bailo, se concentro en planear y efectuar movimientos como los que había visto en muchas películas.
Cuando de pronto abrió los ojos, se dio cuenta que estaba sola en medio de aquella habitación. Se desconcertó por completo.
Salio a la puerta y no encontró a nadie, miro por las habitaciones y tampoco vio alma alguna, empezó a llamar…
Roberto… Gabriel…. Tomas…. Vamos ¿donde están? Me están poniendo nerviosa…
Roberto… De pronto escucho la voz de Roberto.
Te portas muy mal. En primer lugar soy el Sr Roberto, o Amo Roberto. En segundo lugar haz aburrido a mis amigos. Dime ¿para qué son las putas? Para dar placer ¿no? Para divertir a lo hombres, para hacerlos gozar, para ser folladas y tu en verdad me estas desilusionando.
Amo es que no esperaba…
Amo nada. Gabriel, Tomás vengan aquí.
Los hombres aquellos entraron en la habitación.
Lamento el poco entusiasmo de esta puta, pero no hay más así que si les parece tendremos que usar lo que tenemos a la mano. Pero que les parece si lo hacemos más interesante, cada uno de nosotros usara a la puta, pero echaremos suertes los turnos para usarla y el lugar por donde la follaremos. Uno usara el coño, otro la boca y el otro el ano de la puta. Pero aun hay más, no se podrá emitir palabra alguna y la puta estará con los ojos vendados. Ella dirá al final con quien quiere pasar follando la noche completa y el DIA de mañana. Para evitar que reconozca mis manos todos usaremos guantes de látex. Una vez puesta la venda no esta permitido hablar el que lo haga quedara fuera automáticamente.
Daniella estaba aterrada, las mujeres de aquellos dos hombres eran sus amigas, Roberto marido y amo nunca había hablado de exhibirla en esas condiciones y menos el compartirla. Ella disfrutaba de exhibirse ante extraños pero esto era diferente.
Gabriel dijo aun van $100.00 euros a que yo gano. Los amigos aceptaron la apuesta de Gabriel incluyéndola en el trato. Los tres hombres se pusieron los guantes de látex, se perfumaron con la misma colonia y se dispusieron a pasar un buen rato.

Roberto se acerco a Daniella y le murmuro al oído mientras vendaba sus ojos…
Espero no te equivoques y sea yo el ganador. Confió en ti.

Daniella no dijo nada. Estaba en shock.
Una vez que Roberto se aseguro que estaba perfectamente vendada, dijo bien a partir de este momento mis queridos amigos empezamos nuestra fiesta como las que hacíamos en la universidad. Echemos las suertes para ver quien primero y como usa a la puta Daniella.
Bien ya esta decidido se oyó la voz de Gabriel
Ni una palabra mas comento Tomás.

Daniella sintió como unas manos la despojaban del top dejando sus senos al aire que fueron acariciados, chupados, besados y lamidos.
Un momento después su falda fue levantada dejando la parte inferior de su cuerpo casi en la desnudez completa. Sintió como jalaban de su tanga metiéndola entre sus nalgas y sus labios para después hacerla bajar hasta sus tobillos. Una mano levanto uno de sus tobillos y saco la prenda del pie aprovechando para recorrer sus muslos hasta acariciar su entrepierna.
Siguió el otro tobillo y una nueva caricia que se prolongo hasta sus glúteos.
Estaba en shock, pero a la vez inexplicablemente tremendamente excitada. Podía sentir como sus jugos salían entre los labios de su vagina.

Una Mano la hizo ponerse con cuidado a cuatro patas, abrió sus piernas separando sus rodillas y sintió de pronto como era penetrada su gruta por un miembro caliente que la embestía dura, fuerte casi salvajemente. Daniella estaba tan caliente que no tardo en llegar al orgasmo ante el roce de aquel miembro que la abría y llenaba completamente sobre su clítoris. Antes de que pudiera reponerse sintió como sus pechos eran manoseados con lascivia con dedicación poniendo más duros si fuera posibles sus rosados pezones. Un momento sin saber que pasaba y fue cuando sintió aquel dedo enfundado en el látex que lubricaba su ano. Se resistió un poco y una nalgada la hizo soltar los músculos. Aquel dedo la penetraba con delicadeza pero firmemente. El dedo aquel salio de aquella cueva solo para dejar su lugar aquella verga que sintió la partiría en dos. Sintió que la punta del miembro aquel tocaba las paredes de su útero por atrás. Aquel hombre empezó a moverse cadenciosamente descargando de vez en vez una nalgada en el esplendido trasero de aquella bella mujer. Un nuevo orgasmo no se hizo esperar apretó fuertemente el ano tratando de retener aquel cuerpo que la hacia gozar tanto. Una nalgada le hizo soltar para dejar salir aquel miembro palpitante.
Sin tiempo a recuperarse, sintió unas manos que acariciaban en toda su extensión su coño embarrando sus mieles en sus muslos y su vientre. Sintió como un dedo la penetraba vaginalmente para después ser introducido en su boca para que se deleitara con su sabor.
Un minuto aproximadamente después de una calma que la empezaba a inquietar. Sintió como su boca era penetrada por dos dedos que la obligaban a abrirla. Una mano se apodero de su pelo enredándolo en ella y obligándola a seguir los movimientos de la misma. Sus labios fueron penetrados por un pedazo de carne caliente y palpitante que se metía hasta lo más profundo de su cavidad bucal. La punta de aquel turgente miembro picaba el fondo de su garganta produciéndole algunas arcadas y lagrimas en sus ojos. Aquella mano guiaba diestramente su cabeza acercándola y retirándola en una labor en que en vez de que su boca fuera follada, era su boca la que follaba aquel miembro. De pronto no hubo regreso. Su cabeza era mantenida pegada al cuerpo de aquel hombre. Podía sentir como los testículos de aquel macho se repegaban en sus mejillas. Su nariz estaba obstruida por el pubis de aquel hombre y su boca totalmente llena por aquel pene. Sintió que se ahogaba, le faltaba aire, y aquella mano fuerte la seguía sosteniendo pegada sin darle oportunidad de retirarse. Cuado sintió que desmayaría fue retirada y vuelta a penetrar de forma insistente, para de pronto ser vuelta pegarse aquel cuerpo. Cuando empezaba asfixiarse nuevamente sintió como aquel chorro de leche la llenaba y fue en ese preciso instante en que aquel hombre aflojo un poco y al jalar desesperadamente aire trago toda aquella leche que inundaba su boca. Cayó al suelo y se mantuvo ahí por unos minutos.
Cuando se recuperaba oyó la voz de su Amo.
Bien Puta mía es hora que digas cual de las tres folladas te pareció la mejor. El premio para el ganador ya sabes que serás tú. Así que si quieres disfrutar al máximo no te equivoques y escoge al ganador.
Daniella no sabia que decir, en honor a la verdad es que había disfrutado ampliamente a los tres. Vamos debes decir uno no tenemos todo el día. Dijo nuevamente Roberto.
Amo me pide la verdad, y le diré que si bien las tres las disfrute mucho, me quedo con la vaginal como mujer, la anal como sumisa, y la bucal como puta.
Vamos no te burles dije que digas una.
Perdón Amo, me quedo con la anal.
Bien gracias por el placer que nos diste, tu recompensa será estar con el ganador este fin de semana, serás de el, podrá usarte como, cuando y donde le plazca en este termino de tiempo.
Debemos ir asearnos, cuenta de uno en uno hasta el numero quinientos antes de quitarte la venda. Cuando lo hagas, te desnudaras colocaras el collar de argollas en tu cuello, como única vestidura, Te asearas en el servicio que esta adjunto y esperaras aquí.

Daniella hizo lo que le había sido ordenado. Cuando descubrió sus ojos no había ya nadie en la habitación, se asomo a una de las ventanas y todo estaba desierto. Se puso el collar se aseo y se sentó así desnuda en una de las sillas de aquel recibidor.

Paso el tiempo y aproximadamente una hora después, se presento Roberto. Le invito a ir una pequeña cabaña adjunta construida en un tiempo para la familia que cuidaba la propiedad. Al entrar en ella descubrió una mesa perfectamente arreglada con seis servicios y alumbrada a la luz de tres grandes candelabros que sostenían seis velas encendidas.
Siéntate Ordeno Roberto.
Me siento muy orgulloso de ti, dijo. Esta tarde me haz demostrado de lo que tu entrega es capaz de darme, bien sabes que cuando doy mi palabra debo respetarla. Así que pasaras no solo la noche si no todo el día de mañana con el ganador.
Amo¿Quién….?
Calla y escucha. Se que no me harás quedar mal y espero que lo disfrutes, acuérdate que el que te toma seré yo, mete eso en tu cabeza cuando el ganador decida usarte.
Pero…
Calla ni una palabra mas los invitados están al llegar, compórtate como sabes.
No tuvo Daniella tiempo a replicar nada en eso se oyeron voces en el camino que comunicaba la cabaña principal con la pequeña.
Roberto le dijo de pie contra la pared.
Daniella obedeció.
Oyó como se abrió la puerta, las voces de Gabriel y de Tomas que saludaban. No podía ver nada, sentía los ojos de aquellas personas clavados en su desnudez. Además ¿Quiénes eran los otros dos comensales? Había seis servicios.
Sus cavilaciones fueron interrumpidas por las manos de Roberto en sus hombros.
Daniella, deseo que te conozcan unos buenos amigos, quiero que conozcan a mi sumisa, a mi esclava, a mi puta, a mi amante, a la mujer que adoro. El motivo de la cena es ese.
Sin decir más le hizo dar la vuelta para encontrarse de frente con Gabriel, Tomás y sus respectivas esposas, intimas amigas de Ella y que al igual que Daniella portaban exclusivamente el collar de sus amos.
Esta se acercaron y abrazándola le dijeron lo mucho que le querían y que se alegraban de poder compartir con ella los gustos y el secreto que unía desde hacia muchos años aquellos tres amigos.
Daniella respiro profundo y se sostuvo de la silla para no caer. Que sorpresa ale habían deparado, Jamás imagino que sus amigas eran al igual que ella esclavas de sus maridos.
Se dispuso a servir y le indicaron que no, que ese día era ella la festejada, Esta era una forma de iniciación en su grupo. Sus amigas sirvieron la cena y se sentaron a la mesa.
Daniella al tomar el café todavía pregunto ingenuamente quien había sido el ganador, a lo que todos respondieron con una gran carcajada… Cuando recobraron la calma, le explicaron que solamente su amo había hecho uso de ella, Gabriel y Tomás habían salido de la habitación antes incluso de que fuera desnudada. Roberto la abrazo y acariciando su pelo deposito un beso en su cabeza y le dijo lo mucho que la amaba.
El fin de semana fue plenamente disfrutado por las tres parejas en la intimidad de aquel lugar. Fue el comienzo para Daniella del poder compartir experiencias, vivencias y ratos muy amenos sin necesidad de disimular con aquellos buenos amigos
lilaNegra{AMANDA}
Nov/2007